Aceites vegetales

Estos aceites vegetales pueden ser dañinos para tu salud
El aceite de girasol o de maíz es más barato que el de oliva, pero puede ser perjudicial para la salud

03.08.2016 / 10:47 pm

Utilizar aceite vegetal de semillas, de legumbres o de frutos secos es una práctica cada vez más habitual en cocinas de todo el mundo.

Muchos los consideran un sustituto "saludable" de la mantequilla, pues tienen fama de contar con menos grasas saturadas que ésta.

Y son más baratos que el aceite de oliva.

Sin embargo, algunos estudios han puesto estas afirmaciones en entredicho en los últimos años, alertando de que los aceites que se comercializan como vegetales no son tan "buenos" como se cree. De hecho, pueden llegar a ser perjudiciales para nuestra salud, dicen los especialistas.

Y es que "vegetal" no siempre es sinónimo de "saludable".

La culpa la tiene, principalmente, el omega 6 que contienen, que puede llegar a causar una inflamación dentro de nuestro organismo, aumentando las posibilidades de que padezcamos enfermedades como la artritis, la depresión o el cáncer de piel, entre otras.

Otros estudios hablan de alteraciones hormonales y de daños en el sistema reproductivo y neuronal.

El australiano David Gillespie hizo su propia investigación, tal y como relata en su libro "Toxic Oils" (aceites tóxicos).

Y llegó a la conclusión de que algunos aceites vegetales son "peligrosos para la salud".

"Sus supuestos 'beneficios' están basados en la falsa asunción de que las grasas saturadas son malas [por el colesterol], pero no hay evidencia científica sobre tal cosa y algunos estudios probaron, de hecho, lo contrario", le contó Gillespie a BBC Mundo.

¿En qué casos se aplica esta teoría?

Te contamos cuáles son los aceites vegetales cuyo consumo, según los especialistas, deberías evitar o reducir en la medida de lo posible.

1. Aceite de girasol

Una investigación de la Universidad del País Vasco (UPV), en España, publicada en 2012, demostró que algunos aceites -como el de girasol-contienen ciertos compuestos orgánicos llamados aldehídos, supuestamente relacionados contrastornos neuronales y con algunos tipos de cáncer.

De acuerdo con María Dolores Guillén, responsable del Departamento de Farmacia y Ciencias de los Alimentos y coatura del estudio, los aldehídos contaminan el entorno y pueden ser inhalados. Y permanecen en el aceite incluso después de haber sido calentado.

Según los científicos, los aceites de girasol y de linaza (sobre todo el primero) son los que tienen una mayor cantidad de estos compuestos, mientras que el aceite de oliva los genera en una cantidad mucho menor.

"No pretendemos alarmar a la población, pero los datos están ahí. Y hay que tenerlos en cuenta", dijo Guillén.

Gillespie es más rotundo al respecto: "A los niveles que los consumimos, estos aceites, no son menos tóxicos que ingerir veneno", advierte.

2. Aceite de maíz

Tanto el aceite de girasol como el de maíz tienen un alto contenido en grasas poliinsaturadas.

Tal y como le explicó Martin Grootveld, de la Universidad de Montfort, en Leicester (Reino Unido) al doctor y periodista de la BBC Michael Mosley, "los aceites de girasol y de maíz son buenos, siempre y cuando no se utilicen para freír o cocinar".

"Es una simple cuestión química; algo que pensamos que es saludable para nosotros se convierte en algo muy dañino a temperaturas de fritura", agregó Grootveld, quien investigó personalmente la cuestión.

Según Grootveld, es mejor utilizar aceite de oliva, pues "contiene menos componentes tóxicos y éstos son menos perjudiciales para el cuerpo humano".

De hecho, su investigación sugiere que es mejor cocinar con mantequilla que con aceite de maíz.

"Si pudiera elegir entre manteca de cerdo y (grasas) poliinsaturadas, elegiría siempre lo primero", dijo Grootveld.

3. Aceite de canola

El aceite de canola es uno de los aceites vegetales más populares.

Su origen está en Canadá (y de ahí viene su nombre). Fue la industria de este país la que comenzó a desarrollarlo, en 1978, modificando genéticamente plantas de colza.

Era barato, fácil de cultivar y, aparentemente, saludable.

Pero pronto comenzó a aflorar información sobre los perjuicios del ácido erúcico que contiene este aceite y que puede llegar a ser tóxico.

"El aceite tóxico se comercializa como aceite 'vegetal', pero este concepto es irónico porque no existe tal cosa", dice Gillespie.

"Los aceites vegetales son extraídos utilizando procesos industriales que incluyen presión y calentamiento de las semillas", explica el australiano.

Las consecuencias de consumir estos aceites, dice Gillespie, pueden ser graves.

"Aumentan significativamente las posibilidades de que tengamos cáncer y de que nuestros hijos padezcan enfermedades autoinmunes", asegura.

4. Otros aceites de semillas y la margarina

"El aceite que dice ser 100% vegetal, es una mezcla de los restos de otros aceites y posee un poder químico altamente reactivo, muy oxidante. Es un aceite que produce un envejecimiento más rápido", dice Juan Tejo, nutricionista de Clínica MEDS, en Chile.

Según Tejo, esto no sucede con el aceite de oliva, que contiene ácidos grasos saludables para el corazón y que tiene un punto de cocción más alto, por lo que no se quema al cocinarlo".

Gillespie coincide: "Los aceites de frutas (oliva, coco, palma y aguacate) son 'buenos' [para la salud]", explica.

Los aceites "malos", señala Gillespie, son los de semillas (colza, girasol, cártamo, salvado de arroz, semilla de uva y maíz), los de legumbres (soja y maní) y la mayoría de los aceites de frutos secos.

Sin embargo, muchos alimentos que consumimos contienen estos ingredientes.

Para Gillespie, el problema radica en que cuando los componentes de estos aceites se disuelven en las células de nuestro organismo se genera una oxidación. Y lo mismo sucede con la margarina vegetal.

Gran parte de los alimentos que se venden en el supermercado contienen este tipo de aceites.

Desde el pan de molde hasta algunas galletas, pastas, casi toda la comida procesada, salsas, comida congelada y la cocinada en cafés y restaurantes, pues estos aceites "son más baratos y no se nota la diferencia en el sabor" (al usarlos para cocinar), dice Gillespie.

"Por desgracia, en la industria de la comida procesada los intereses comerciales suelen salir ganando", asegura el especialista, quien apuesta por el consumo de productos integrales.

Tejo sugiere que pongamos atención a las etiquetas nutricionales. "Contribuirá en un mejor estado de salud", asegura.

Cuidado con el exceso de los aceites “vegetales”

Por Diario UNO el febrero 4, 2017 Guardar  Aceite de cocina Botella
Podemos asegurar que casi todos nuestros alimentos contienen aceite “vegetal”. Lo podemos encontrar desde el aderezo de un guiso, hasta en nuestras ensaladas. Sin embargo, este aceite pertenece al grupo de los alimentos procesados que a la larga no nos traerá buenas noticias sobre la salud. En la mayoría de casos este tipo de aceites contienen un elevado número de ácidos grasos y omega 6 y 3, que en grandes cantidades contribuyen a la formación de trombos y ateromas (placa en las arterias) en el organismo.

Esto es lo que tienes que saber sobre el aceite de coco
Un estudio concluyó que el aceite de coco no es tan saludable como se creía y puede resultar perjudicial para el corazón.

Redacción20 de junio del 2017 - 2:40 PM Valoración:  5/5
 vía Natursan 
El aceite de coco se ha promocionado para promover la pérdida de peso | Fuente: vía Natursan
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Así de claro | ¿En qué consiste la ley que prohíbe el uso de la leche en productos lácteos?

(Agencia N+1 / Beatriz de Vera). Pese a que el 72% del público estadounidense clasifica el aceite de coco como un alimento saludable, un documento de la Asociación Americana del Corazón (AHA), en el que se detalla el papel de las grasas en el riesgo de enfermedad cardíaca, ha concluido que este producto es peor para la salud que la mantequilla, la manteca de cerdo y la grasa de la carne de vacuno. Las conclusiones se publicaron en la revista de la asociación, Circulation.

El aceite de coco se ha promocionado para promover la pérdida de peso, facilitar la digestión e incluso aumentar el metabolismo. Pero lo cierto es que este acetite contiene una inmensa cantidad de grasas saturadas, un 82%. Este tipo de grasas están desaconsejadas por aumentar el colesterol de la sangre. Aunque no todo el colesterol es igual, en una dieta con demasiadas grasas saturadas (fast food, pasteles, alimentos procesados, patatas fritas), el colesterol LDL (colesterol malo) puede aumentar y, con él, el riesgo de enfermedades del corazón.

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Recomendaciones. La confusión con el aceite de coco probablemente se alimente porque asociamos las grasas saturadas con productos de origen animal como mantequilla y manteca de cerdo, mientras que asemejamos este producto con el aceite de oliva, los frutos secos o las semillas. En realidad, el aceite de coco es un aceite vegetal con un contenido muy alto de grasas saturadas. Según la AHA, está comprobado que aumenta el colesterol en la sangre, tanto el tipo de LDL y HDL (colesterol bueno).

Aunque eso no significa que aumente directamente el riesgo de enfermedad cardíaca, el vínculo indirecto entre el colesterol malo y las enfermedades cardiovasculares es claro. Según los expertos, cuando la gente cambia grasas saturadas por insaturadas en su dieta, la incidencia de enfermedad cardiovascular disminuye casi un 30%. La Asociación aconseja evitar su consumo, pero acepta que, si te gusta usarlo, lo consideres como un placer ocasional. Además, recomiendan comer mucha fruta fresca y verduras, disminuir los alimentos procesados, y optar por los aceites vegetales.

La leche de coco es distinta al agua de coco.
La leche de coco es distinta al agua de coco. | Fuente: imagenTHINKSTOCK
Coco rallado y exprimido = alternativa a la leche de animal.
Coco rallado y exprimido = alternativa a la leche de animal. | Fuente: THINKSTOCK
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